Revistas en red:
Lectura(s) entre las exactas y la ficción creadora

Todo comenzó con una lectura, pero terminó siendo un encuentro.
Entre El Eternauta y Ana, la niña austral descubrimos que los libros no solo cuentan historias: también las despiertan. En El Eternauta, la nevada mortal obliga a luchar y a organizarse; en Ana, la niña austral, la memoria y el pensamiento son armas silenciosas frente a un mundo que quiere apagar la voz. Nos hablaron de mundos distintos, uno cubierto por una devastadora nevada, otro apagado por el viento frío y autoritario del sur, pero en ambos nos hablaron de lo mismo: de seguir sosteniendo nuestra identidad, aun cuando parece que no queda nada. Esto desembocó en una pregunta: ¿Y si la verdadera fuerza no estuviera en las armas ni en los sueños, sino en la palabra y la memoria?

Astral nació de esa búsqueda. En estas páginas viven la memoria, la amistad, la familia y los paisajes que nos forman: hay algo de Mar del Plata, algo de Buenos Aires, algo del frío austral y del calor de un aula donde todavía creemos que la literatura puede cambiar algo. Aunque sea una mirada, aunque sea un pensamiento. Así, cada texto que escribimos se convirtió en una forma personal de mostrar que seguimos vivos. Porque existieron los errores, los debates, las ideas, los mates, las risas, los silencios, pero principalmente ese descubrimiento compartido: después de todo, todavía hay palabras capaces de avivar el fuego bajo la nieve.

Te invitamos a quedarte un rato en este espacio nuestro.
Te invitamos a entrar en este cielo de palabras, donde cada lectura puede convertirse en una nueva órbita.
Porque incluso en la oscuridad, siempre hay una historia que ilumina.
Astral no busca respuestas: busca encender preguntas que sigan brillando después del cierre de la última página.

Somos cuatro voces que venimos del mundo de lo exacto: fórmulas, números, estructuras.
Nos formamos para buscar respuestas precisas, pero en la escritura nos permitimos esa inexactitud que, a veces, también nos hace falta.
De ese cruce entre lo químico y lo humano nace Butil-autores.
Un nombre que alude a la materia, a la raíz de lo orgánico, pero también a nosotros: un grupo que encontró en la palabra un nuevo laboratorio.
Esta revista surge como un experimento: mezclar la razón con el arte.
Nuestros textos son como los elementos de la tabla periódica, todos diferentes con pocos puntos en común. Sin embargo podemos decir que nuestros manifiestos son como un grupo de elementos de esta tabla, ya que estos sí tienen características en común, las cuales ya lo podrán ver luego.
Esperamos que al leer estas páginas, el lector también experimente su propia reacción.
— El equipo de Butil-autores

Durante este proyecto aprendimos que la lectura y la escritura pueden ser procesos muy personales y, al mismo tiempo, colectivos.Cuando tuvimos que crear nuestros propios textos abarcando las lecturas de los libros que habíamos leído, como Ana la Niña Austral, El eternauta y La historia interminable, cada una se relacionó e identificó desde su propio modo de pensar y de sentir, y eso se reflejó tanto en los ensayos bonsái, donde compartimos nuestras opiniones sobre los libros elegidos, como en los poemas, donde elegimos con libertad temas y estilos.

Descubrimos que leer y escribir no se trata solo de cumplir una consigna, sino de encontrar una forma propia de comunicar ideas y emociones. Aunque a veces pueda resultar poco llevadero tener que escribir y producir tantos textos, todo vale la pena cuando encontramos que camino seguir y llegamos a un buen resultado.

Lo grupal apareció en la creación de la revista Enredadas, el espacio donde unimos todas esas miradas. No se trató solo de reunir textos, sino de decidir juntas cómo organizarlos, qué estética adoptar y cómo hacer que el resultado reflejara la identidad del grupo. El proceso de edición fue nuevo y divertido de realizar: aprendimos a combinar el trabajo individual en un proyecto común, a cuidar los detalles y a disfrutar del proceso creativo.

En conjunto, entendimos que compartir la lectura y la escritura amplía las perspectivas y fortalece el trabajo en equipo. Además, creemos que una revista literaria hecha en la escuela tiene un valor especial hoy, en un tiempo en el que todo parece rápido y digital;

Enredadas fue nuestra manera de tomarnos una pausa, crear algo propio y dejar plasmadas nuestras voces.

“No lo pienses tanto”, dicen; “No sé de qué sirve pensar eso”, dicen; “No tiene sentido”, dicen. Se dice mucho y se expresa poco. Malgastamos palabras en cosas sin sentido. No muchos se detienen a pensar en lo que no se ve o no es beneficioso para uno mismo. Lo tangible, lo que leemos en las noticias, lo que vemos, lo que nos gusta. Somos impermeables a lo que no queremos oír, o, en este caso, leer. No hay beneficio material en este documento, no hay nada para perder ni ganar de manera mundana. Hay pensamiento y crítica sobre lo más recóndito y poco hablado de nuestra sociedad. Hay beneficio cognitivo. La capacidad de hacerse de un texto y leerlo como propio. No remarcarlo y extraer información principal, no nos referimos a eso. Queremos que se propague la capacidad de pensar en cuestiones ocultas por nuestras propias palabras. Alegorías, metáforas, hipérbolas, ejemplos. ¿que son para vos? ¿Qué crees de lo que lees? ¿Qué PENSAS? Sin más rodeos, es evidente nuestro objetivo: PENSAR. Los invitamos a leer este pequeño rejunte de palabras que no tendrán sentido hasta que se lo piense. Y nadie jamás piensa por duplicado, ni dos personas piensan en singular. Si desean pensar sobre aquellos aspectos profundos y polvorientos de nuestra creatividad, sean bienvenidos a crear nuevas ideas en sus cabezas, ideas que serán únicas e inigualables, incapaces de repetirse e incluso si desean compartirlo . Jamás será el mismo, ¿no es eso fantástico? Bienvenidos a PENSAR, a LEER LO QUE NADIE QUIERE DECIR

El amor y la literatura en tiempos de la digitalidad son dos cosas que pueden ser excesivamente complicadas respecto a tiempos pasados, o muchísimo más simples. En la producción de esta revista, experimentamos ambas perspectivas, ya que es mucho más sencillo mandar un mail con tus textos que tener que imprimirlos o escribirlos a mano… Al menos hasta que ese mail nunca llega.

En cierto modo, la realidad de los múltiples problemas técnicos son dificultades como las de la vida, obstáculos en el camino que hacen que nuestras emociones se enciendan. Los “Suspiros del corazón”que le dan el nombre a nuestra revista, son un reflejo de esto, la forma que tienen nuestros sentimientos de comunicarse. Un mail que no llega y algo que querías decir y nunca se pudo, ¿no son en esencia lo mismo? Esa es la interpretación que ahora le damos a nuestra revista. La idea principal es demostrar que aún en el mundo actual y su productividad romantizada, existe espacio para lo sincero, íntimo y cercano. Desde este mismo eje reinterpretamos la literatura. Algo que te recuerda un poco lo esencial, lo fundamental, retroceder un poco y volver a los aspectos más básicos de nuestro ser.

Explorar el amor como algo vital, al igual que la lectura, conceptos que para muchos no tendrán relación; sin embargo para nosotros son inseparables, casi simbióticos. Amar la lectura, leer por amor. Vivimos para amar y plasmar nuestro amor en esas palabras que se desprenden de la tinta.

A veces leer es como flotar: no sabés muy bien a dónde te va a llevar el texto, pero confías en que algo (una palabra, una imagen, una sensación) va a hacerte aterrizar en otro lugar. Esta revista nació así, como un viaje compartido, sin direcciones claras pero con muchas ganas de llegar a algún lugar.

Aprendimos que leer no es solo pasar los ojos por las páginas: es prestar atención, es frenar, es dejarse afectar. También nos dimos cuenta de que escribir a veces cuesta, uno no va al mismo ritmo que el otro. Nos organizamos de manera grupal, y pudimos ver que la escritura necesita tanto del compromiso como de la imaginación de cada uno.

Nuestra revista se llama Un viaje hacia los planetas de la poesía. Quisimos crear un espacio donde la lectura fuera como salir de órbita, alejarse un poco del ruido de todos los días y ver algo distinto, más silencioso, que te puedas despegar de lo cotidiano. Los poemas que elegimos y los ensayos bonsái que escribimos son nuestra forma de invitarte a ese viaje.

Vivimos en una época donde todo es rápido, y nosotras nos tomamos el tiempo de leer, de pensar, de escribir y de corregir estas creaciones. Así que te invitamos a que entres a este pequeño universo que hicimos y que disfrutes de este universo de poesías. Eso es lo que busca “Una viaje hacia los planetas de la poesía” introducirlo en un lugar cósmico, brillante, dinámico por nuestro espacio de poesías y ensayos de diversas historias.

Esta revista nace de la necesidad de hablar, aunque a veces la voz tiemble. Queremos abrir ventanas hacia lo invisible, hacia esos rincones donde los pensamientos se desordenan y el mundo se vuelve demasiado ruidoso. No buscamos dar respuestas, sino ofrecer un espacio donde quien lea pueda ver, sentir y reconocerse. Cada palabra es un intento de sostener lo que a menudo permanece callado, cada verso, un reflejo de aquello que nos habita.

Escribir es un acto de valentía silenciosa: una manera de poner en palabras lo que no siempre se puede decir en voz alta. La literatura nos permite habitar mundos propios y ajenos, detenernos en la experiencia del otro y, al mismo tiempo, encontrarnos a nosotros mismos. Al lector le damos un papel activo: no solo recibir, sino acompañar, interpretar y sentir junto a nosotros, porque la magia de la palabra ocurre cuando se comparte.

Quizás no sepamos a dónde va todo esto, pero sabemos de dónde viene: de adentro, de ese lugar donde la emoción y el pensamiento se cruzan, donde el arte se vuelve refugio y la lectura, encuentro. Que quien abra estas páginas no solo lea, sino que se deje atravesar, que se reconozca y, sobre todo, que descubra que no está solo en su búsqueda.